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Ángela volvía a resoplar... Y no era para menos...
Era bastante tarde, acababa de salir de la oficina y estaba a punto de perder su autobús. En su MP3 sonaba música nueva y renovada... Le encantaba escuchar música, la ayudaba a no sentirse sola en los largos caminos... Ese día tarareaba especialmente letras en inglés: le apetecía música extranjera, de esa de la que no entendía ni la mitad, pero le sonaba bien...
No le gustaba seguir ese camino... Sabía que le encontraría... Un día u otro sucedería, ¿no? Es lo que tiene compartir espacios, como dicen por ahí... Y ese era el día adecuado, ese y no otro.
Bastante despistada, Ángela miraba su teléfono móvil... Cuando alzó la vista al frente, le vió. Seguían prácticamente la misma trayectoria, frente a frente... Y se miraron... Ángela volvía a resoplar... Y, lo mejor de todo, es que él mismo la había visto... Y la miraba con rabia...
Cuando estaban a la misma altura, Ángela modificó su línea de pasos... Y Germán lo percibió al instante... Sus miradas se cruzaron... Germán musitó algo parecido a "Hola", entredientes y sin mucho énfasis, mientras Ángela, finalmente, dirigió su mirada al frente, totalmente orgullosa de no haberle saludado... Mientras se decía para sus adentros:
Era bastante tarde, acababa de salir de la oficina y estaba a punto de perder su autobús. En su MP3 sonaba música nueva y renovada... Le encantaba escuchar música, la ayudaba a no sentirse sola en los largos caminos... Ese día tarareaba especialmente letras en inglés: le apetecía música extranjera, de esa de la que no entendía ni la mitad, pero le sonaba bien...
No le gustaba seguir ese camino... Sabía que le encontraría... Un día u otro sucedería, ¿no? Es lo que tiene compartir espacios, como dicen por ahí... Y ese era el día adecuado, ese y no otro.
Bastante despistada, Ángela miraba su teléfono móvil... Cuando alzó la vista al frente, le vió. Seguían prácticamente la misma trayectoria, frente a frente... Y se miraron... Ángela volvía a resoplar... Y, lo mejor de todo, es que él mismo la había visto... Y la miraba con rabia...
Cuando estaban a la misma altura, Ángela modificó su línea de pasos... Y Germán lo percibió al instante... Sus miradas se cruzaron... Germán musitó algo parecido a "Hola", entredientes y sin mucho énfasis, mientras Ángela, finalmente, dirigió su mirada al frente, totalmente orgullosa de no haberle saludado... Mientras se decía para sus adentros:
"DE TODOS LOS HOMBRES QUE HAYA EN MI VIDA, NINGUNO SERÁ MÁS QUE YO"
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